
Ayer estuve en el balneario de Trillo, es caro y está lejos... por lo que iré cada 15 días porque es la hora de poner toda la carne en el asador.
Un buen masaje en la espalda, cervicales y brazos; el querer quedarme flotando en las aguas de su piscina act

iva; el ato Tajo... Todo, me volvió a recordar que quien no lucha no gana Nada.