Viviendo con una ataxia de Friedreich desde hace más de tres décadas

miércoles, 26 de octubre de 2022

La espasticidad y yo.

 Se puede, claro que se puede. Solo necesitas un poquito de ayuda, mucha relajación y constancia. Las fotos de mis piernas son de hace cuatro o cinco años.

 

Lo sigo haciendo casi todos los días, son automasajes y corrección de postura, el trabajo de ahora es algo más completo porque voy aprendiendo cosas todos los días. Y la postura es ideal para mi espalda y los riñones. Son 10 minutos al día nada más.

 También existe inyecciones, pero a mí nunca me las han puesto. Bueno, algo hicieron hace años.


Me encontré al jefe de neurología en el dentista. Yo estaba nerviosa y tenía los pies muy torcidos, al mes me tocaba la revisión con él neurólogo y de buenas a primeras me manda la inyección de toxina no sé qué. Y no me hizo nada, claro.



Eso se manda desde el principio, coño.


 



Esto es llevadero, pero hay que tener mil ojos…

Lo que sí es muy bueno es la manzanilla porque es un relajante y también el salmón.

El cariño y la relajación, a mí me ayudan mucho las plantas y la luz.