Viviendo con una ataxia de Friedreich desde hace más de tres décadas

lunes, 24 de agosto de 2009

Nunca dejes de soñar



pero trabaja por hacer realidad esos sueños.



No te resignes, siempre se puede más.



Que hay dudas, aburrimiento, apatía... sí claro, la vida tiene muchos colores, no es llana. Con una enfermedad tan grave como ésta mucho más, por eso he de aprender a tropezar con clase y levantarme. Y aprovechar las rachas de felicidad esquivando miedos.



Sólo se vive una vez.



(las fotos son de la semana pasada en Cullera)