Poder dormir
sin miedo… no a no despertarte más –sospecho que de eso no te enteras- sino a
despertarte ahogándote. Se pasa muy mal.
En una
entrada anterior, de este mismo blog, expliqué los problemas respiratorios que
pueden ocasionar las contracturas en la espalda. Y como a mí me tocó
averiguarlo sola, e investigar y hacer pruebas hasta acertar con mi
fisioterapeuta.
Por mi
desviación de columna y al llevar tantos años sin andar, es muy difícil que una
contractura desaparezca. Imposible, con un buen Fisioterapeuta, no lo es. Pero la
contractura que tengo detrás de un pulmón, a veces muy pequeña, siempre hay que
vigilarla: máxime cuando este año la
alergia es demasiado fuerte (yo es que me apunto a todo, y por mis andanzas en
el campo me vacunan una vez al mes desde hace tres años).
A lo que
iba, un Fisioterapeuta ha de tratarme la espalda, una vez a la semana al menos,
pero son los ejercicios respiratorios los que no puedo olvidar nunca. Nunca. Y me
despisté la pasada semana santa, y fumé algo más de lo normal (fumo muy poquito,
no estoy loca). Y varios días después casi me ahogué mientras dormía. Dos veces.
Y se pasa miedo, mucho miedo. Miedo a quedarte dormida. Durmiendo de medio lado
nunca ocurre, por eso descarto otros problemas.
Yo soy mi
jefe, mi comandante y mi barrendero. Pero supervisada siempre por mi fisio. Por
suerte, una de mis mejores amigas.
¿Y qué hacer
para dormir sin miedo? Lo que debes; estar relajada, ilusionada y agarrarte a
la alegría es opcional y ayuda siempre. Pero los ejercicios, gimnasia, es
básico. Porque, hoy por hoy, no hay más tratamiento.
Me han
pedido varia veces que ponga mi tabla de ejercicios, lo iba a hacer con fotos e
incluso con un vídeo, pero por algún problema que tuve con una mujer creo que
no es el momento de poner más fotos nuevas. Sí explicaré lo que hago en la
siguiente entrada del blog –no quiero escribir más por hoy, toca gimnasia, relajación y
leer-, con el único motivo de ayudar a los demás.
Si yo puedo…
¿por qué tú no?
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